miércoles, 30 de octubre de 2013

Homenaje póstumo a Benito. Obituario.




Benito, D. Benito ha muerto. Fue el presidente del Ateneo durante muchos años. Todas las personas que le hemos conocido coincidimos en alabar su constancia, su entrega y su valentía como defensor de un pensamiento liberal no exento de marchamo de izquierda como teoría progresista. Es ley de vida. Sin embargo, nos cuesta aceptar la marcha de los seres queridos y de los amigos entrañables. Siempre me impresionó su entusiasmo y convicción de que la cultura era uno de los mejores regalos que nos hacía la vida. Estaba lleno de proyectos. Ese testimonio suyo me conmovió y por eso ingresé en el Ateneo.

No he conocido una palabra más alta que otra. No esgrimía rencor alguno. Era sin lugar a dudas un hombre de paz, de concordia. Portador de una paternidad sabia, su fortaleza fue ejemplar en el destierro obligado por la justicia por peligro de derrumbe cuando la sede del Ateneo estaba en la emblemática plaza del Cabildo y pasó a ubicarse a la plaza de la Victoria.

Él ha sido un hombre de una trayectoria de vida limpia, entregada en exceso a una causa tan importante como es la cultura. Marcada siempre por el servicio y no el egoísmo. Donde ha primado la nobleza de sentimientos, la honestidad en todos los órdenes. Además es de destacar su probada lealtad a unas ideas, a las personas de bien que te han acompañado y sobre todo, el amor que siempre has mostrado a tu ciudad de Sanlúcar. Ese es tu testamento más preciado que será sin duda un referente para las generaciones futuras que nos sucederán.

Echaremos de menos tu embeleso por esa luz nítida y blanca, profundamente envolvente, que un cielo encendido te regalaba cada día en tus paseos por esa extraordinaria calzada, mural de albero y de aromas. Cuantos momentos juntos, cuantas charlas, cuantas complicidades, cuantas imágenes, cuantos recuerdos. La historia de Sanlúcar, sus avatares, sus desvelos, sus logros y sus fracasos estaban grabados en tu mente con una claridad nítida y diáfana. Años de retos. De actos multitudinarios, de trastienda sufrida con algún que otro sobresalto. También, de grandes satisfacciones. Homenajes. Una calle de tu ciudad firmada por tu nombre. Puedo afirmar sin lugar a dudas, que todos los que te han  tratado, especialmente los que hemos compartido contigo las tareas de gobierno de nuestra entidad, somos testigos del cariño y respeto que tu figura ha generado. En este devenir de acontecimientos no puedo olvidar hoy las lágrimas insondables de  quién ha compartido contigo toda una vida, ella ha sido tu inspiración y tu báculo. Ha sido tu estandarte, tu vigía, tu apoyo ecuánime, luchadora incansable, tu alegría, tu espíritu y tu entusiasmo. Me refiero a Consuelo, tu compañera. Una gran mujer.




Hoy estamos de luto. Es sentimiento unánime de toda la Junta Directiva manifestar que nunca te olvidaremos y que  esperamos que tu mirada desde la eternidad nos preserve del desaliento y nos haga cada día más fuertes en la sugerente tarea que libremente hemos elegido de difundir la cultura como elemento integrador del hombre comprometido con su futuro. Nuestro pésame a toda tu gran familia.

Estos versos que a continuación transcribo resumen mi más sentida dedicatoria.

La vida es más que aliento y que el rápido circuito de la sangre.
Es un espíritu grande y un corazón afanado;
El cobarde y mezquino de alma apenas vive.
Un solo sentimiento generoso, un pensamiento grande, una acción
Buena antes de la noche, haría parecer la vida más larga
Que si cada año contara mil días
Malgastados así como así por generaciones de humanidad
Vivimos según las acciones, no según los años;
Según los pensamientos, no según el aliento;
Según los sentimientos, no según las cifras de una esfera.
Deberíamos medir el tiempo por los latidos del corazón.
Vive más quién piensa más, siente más noblemente, obra mejor.

Manuel Reyes Vara
Presidente del Ateneo.

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